- Área: 167 m²
- Año: 2019
-
Fotografías:Mateo Pérez
-
Proveedores: Alfa, AutoDesk, Chaos Group, Decoblock, Ladrillera Santafé, Trimble Navigation
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Esta es una casa de descanso para una familia de tres personas, a pocos kilómetros de la laguna el Tabacal, Colombia. La zona se encuentra a 1250 metros sobre el nivel del mar y presenta una temperatura promedio de 23 grados centígrados todo el año. El clima, húmedo y cálido, determinó el diseño de una casa fresca, que pudiera ventilarse naturalmente; que pudiera mantenerse abierta al paisaje durante el día pero con la capacidad para ofrecer aislamiento en la noche. Para lograrlo se emplean celosías; se usan materiales idóneos tales como bloques de concreto en fachada y tejas cerámicas en cubierta; se propone una considerable altura interior para disipar el aire caliente; y se proponen alcobas separadas de los dos frentes de incidencia solar directa mediante circulaciones ventiladas.
La casa se ubica en la única explanada de un lote en pendiente de forma rectangular. Cuenta con una fachada completamente cerrada hacia oriente porque en esa dirección y muy cerca hay una casa vecina que mira directamente sobre el lote; porque la vista en esa dirección tiene poco interés y porque el sol de la mañana pega muy fuerte. Por contraste, se abre completamente hacia occidente y hacia una vista espectacular de montaña y valle y hacia los atardeceres escénicos. Entre los dos frentes y gracias a múltiples aperturas se garantiza una ventilación cruzada y el paso de la brisa.
La forma y la configuración general de la casa es una deliberada reinterpretación contemporánea de las casas vernáculas de la región. Casas todas ellas rectangulares y a dos aguas con una galería de pórticos en el frente donde las familias pasan las tardes departiendo con otras y recibiendo la brisa bajo sombra.
De planta alargada la casa sigue una secuencia distributiva que va de las zonas más sociales a las más privadas. Todos las zonas húmedas y de servicio se encuentran sobre el costado oriental y en sucesión por razones funcionales y económicas a la vez que crean una zona de amortiguación entre las zonas servidas y los vecinos para garantizar una mayor privacidad sonora y visual. La cocina, de buenas proporciones, aprovecha la zona de mayor altura interior y se integra con el comedor, la sala y la espectacular vista del valle. Los dos baños, en simetría, cuentan con unos generosos espacios independientes para las duchas. Entre las dos duchas se encuentra un jardín interior de vegetación exuberante. Las dos duchas, separadas del jardín interior tan sólo por unas bancas bajas, ofrecen una experiencia de baño intima pero en contacto directo con la luz solar, la brisa y la vegetación.
Se trata de una casa de contrastes. Muy cerrada al oriente, muy abierta al occidente; que se puede cerrar de manera hermética cuando no hay nadie en casa gracias a un sistema de fachada ventilada hecho con rejas metálicas; pero que se puede abrir completamente cuando la familia llega a descansar, de manera que puedan experimentar un habitar sombreado en directa relación con el paisaje.